viernes, 6 de agosto de 2010

Nací un 16 de Septiembre con 3.650 pelos.

Nací un 16 de Septiembre con 3.650 pelos. Parece un detalle insignificante, pero no lo es para la mayoría de los hombres.

Durante mis catorce primeros años no les hice ni caso. Los 3.650 pelos se ocupaban en ponerse de punta al menor despiste. Esto se acrecentó con mi adolescencia y fue ahí cuando empecé a controlar mis pelos y relacionar sus desplazamiento con el paso de los años.

A los catorce años parte de mi cabellera se aclaró levemente y sus pelos se desplazaron a axilas y lugares donde Adán tan solo llevaba una hoja de parra. Allí se rizaron y cogieron sitio para largo tiempo. La nueva reubicación de mis pelos hicieron que me preocupara por ellos y los fuera observando día a día, de tal forma que antes de desayunar hacía recuento de todos y cada uno de mis 3.650 pelos.

A los dieciséis años doscientos de ellos, se trasladaron discretamente a piernas y brazos, concretamente cincuenta a cada extremidad.

Seguí haciendo recuento diario de los pelos y noté como otros tantos se trasladaron a bigote, barba etc.

En el transcurso del año ochenta y uno y durante mi servicio militar otra tanda de pelos se acomodó en mi pecho, que ornamentado con mi medallón colgante de oro, daba un aspecto de "macho hispano" o “latin lover” hoy en día pasado de moda, si lo comparamos con los aceitosos torsos afeitados de los metrosexuales.

Así ha ido transcurriendo mi vida y la de mis pelos durante estos años. Y aunque el color de los mismos va emblanqueciendo, soy consciente de que los hombres no nos quedamos calvos, sino que nuestros pelos se van reubicando y se acomodan en los sitios más sorprendentes de nuestro cuerpo. Al llegar a mi edad, aparecen por nariz, nudillos, … El Lunes pasado tenía 3.650 y durante esta semana he decidido quitarme con las pinzas de depilar tres pelos de la punta de la nariz, seis del entrecejo.

Hoy durante el recuento diario de pelos he comprobado que me falta un pelo. Durante todo el día he estado preocupado pensando en que un alocada alopecia se me acercaba..

Pero gracias a Dios, el disgusto ha durado poco y he tenido una grata sorpresa. Mientras subía a casa en ascensor y miraba mis canas, que hacen un efecto destellante frente al espejo bajo la luz del tubo fluorescente. Un pelo extraordinariamente rebelde desafiaba horizontalmente la fuerza de gravedad, su longitud, unos ocho o diez centímetros, sin exagerar, de color blanco… nacía en el perendengue excedente y creciente de mi oreja, según indican los cánones de mi edad. Su brillo blanco lo hacía destacar bajo la fría luz destellante del ascensor.

Pensaba que me estaba quedando calvo, así que he echado mis cuentas. Cuento y recuento y mantengo el mismo número de pelos que cuando nací. Conclusión: Los hombres no perdemos pelo, solo se reubican en los sitios mas insospechados.

8 comentarios:

  1. Me has hecho reír con tu recuento de pelos pero tienes razón, se van ubicando en otros lugares del cuerpo. ¿Para qué preocuparse?
    Feliz día y feliz recuento.
    Besos wapo

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  2. Muy divertido tu relato del exhaustivo seguimiento de tus 3650 pelos nómadas y viajeros(ni uno más ni uno menos) y sus continuas reubicaciones y además es inteligente, porque así deberían pensar todos esos señores que sólo quieren tener a sus pelos bien domados en lo alto de sus cabezas. Un saludito,

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  3. ¡¡¡3.650 pelos!!! ¡¡¡3.650!!!, describes, a mi modo de ver, como a lo largo de tu vida se han ido instaurando esos 3.650 pelos que indican tu crecimiento personal. A los catorce años, a los dieciseis años, cuando cumpliste con tus deberes con la patria, y resulta que ahora echas de menos un pelo ¿Qué pasa? ¡¡¡Te falta un pelo!!! ¡¡¡Ah!!! pero al fin lo encuentras en un lugar insospechado.
    Nuestra vida transcurre entre alegrias, contrariedades y demás vicisitudes entre las que vamos transitando y llegamos a una posición concreta en la que hemos vivido muchas experiencias y a pesar de eso las vida...cuando menos lo esperamos nos sorprende.¡¡¡Ay!!! ese pelo que se ha ubicado en el lugar menos esperado.
    Muy buen y divertido relato Máximo.
    Besos.

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  4. Eres un caso, siempre consigues sorprendernos. Tu teoría de los pelos tránsfugas es muy original. Si siempre tienes los mismos ¿para qué preocuparse de su localización? Es razonable dejar que la naturaleza siga su curso.

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  5. Enhorabuena Maximo. Le das a tus relatos un punto ácido que me gusta.

    Controla especialmente los de las orejas, pueden llegar a ser indómitos.jajaja

    Nines, no siempre es fácil dejar que la naturaleza ubique los pelos, y se de lo que hablo

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  6. Vaya trabajito, tú! Contar y recontar los pelitos que nos tocan en el momento del nacimiento es una labor de lo más ardua, majo!
    Pues que te sea leve el recuento, y no te obsesiones, hombre!

    Muxus!

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  7. en mi plato el otro dia me encontre uno, no seria algun pelo viajero d los tuyos?, por cierto ... de que color son los que pierdes???, ..por ir dscartando jajajaj, un saludito, siempre tan original en tus rlatos

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