viernes, 31 de julio de 2009

La prueba del nueve me suena

Sonó fuerte, retumbando entre las paredes del aula y me dijo Don Sebastián que con los años se lo agradecería.

Han pasado los años, aproximadamente cuarenta y tres años y estaba pensando que no se lo agradeceré nunca y es más, voy a ser sincero y la realidad, es que me gustaría devolvérselo, si no fuera porque en estos momentos tendría algo así como la friolera de … unos ciento diez o ciento veinte años. Quiero tener fe, creer y pensar que en el día del juicio final, ese Juez tan famoso, de quien llevan hablando cientos y cientos de años, sepa hacer justicia. ¿Qué hará con todos aquellos inquisidores de la época cutre y casposa en la que nos tocó vivir a algunos nuestra infancia?

Fue la prueba del nueve la culpable. La prueba que no logré cuadrar en la pizarra agrietada de aquel colegio y la mano de Don Sebastián la que chocó de forma sonora con mi cara.

Luego lo de los capones fue otra cosa. Ahí no había matemáticas por medio. Solo odio de un fraile, aspirante a inquisidor, de los que se hacían llamar Hermanos, quién con saña me retorcía los mechones del pelo mientras tiraba de ellos y quién colocando de la forma apropiada los nudillos de su maldita mano, hacía que mi cabeza sintiera sus golpes llenos de miseria y amargura. Cuanto pus bajo aquella sotana. Aquel era el Hermano Santiago. Una pena de vida, desperdiciada al servicio de la tortura infantil. ¿Estará ahora en el cielo en premio a sus años de dedicación a la enseñanza?

Cada vez que veo una sotana pienso que van a venir a pegarme un pescozón. Y ahora la Iglesia dice que la gente joven no va a misa y algunos párrocos están poniendo calefacción en sus templos para que acudan sus feligreses aunque haga frío y claro ¿Como van a ir a calentarse nuestros hijos con la leña que dieron a sus padres?

4 comentarios:

  1. Aun quedan resentimientos en este comentario ...maximo la vida es dura ,pero te aconsejo que aun asi sigas creyendo en el juez

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  2. Máximo, yo tampoco creo en el Juez, si existiera ¿permitiría tanta injusticia en este mundo? y conste que en el que vivo yo sómos afortunados

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  3. Muy bueno Máximo, a mí con o sin sotana; la cuestión era no equivocarse para que no doliera un regletazo en la mano. Y dos si las llevabas sucia.

    Y es que en aquellos tiempos no existía la gripe "A", suponiendo que no se le llamara como un virus desconocido, porque ni mala podía ponerme, tenía que estar sana y no faltar al colegio. Si no acaba en la esquina con los brazos en cruz : en una mano la biblia y en otra dos libros de peso por castigo.

    Y en mi mente máximo, imagínate, avisando al mismísimo satanás para que me salvara de las imprudencias de Dios.

    Un beso.

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  4. La verificación de la palabra para poner lo que te he escrito ha sido " Minte ", vamos, ! llamarme a mí mentirosa !; bueno, le faltaba la "e", pero sé que es en otro idioma.
    Supongo.

    Me encantas, saludos.

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