Un pecho turgente.

La sensación ante la imagen que refleja el espejo es un auténtico placer. Mi ego permanece en las nubes.

Mi cuerpo completamente desnudo tras la ducha, se refleja al completo. Mis pechos se adivinan entre el vaho. Poco a poco la visibilidad se hace patente y queda mi imagen perfecta, limpia, sensual. El espejo la refleja devolviéndomela tal cual me encuentro. Es el momento. La turgencia de mis pechos puede ser envidiada por cualquier mujer. Mis pezones erizados por el frío tras la reciente ducha, evidencian la sensualidad del momento Una imagen de elevado contenido sensual.

Por otra parte mi cabeza la considero perfecta. La falta total de cabello hace destacar mis rasgos, mis ojos negros entre las grandes pestañas, labios carnosos, cejas delicadas, orejas adecuadas.

Mis pensamientos son interrumpidos por unos golpes en la puerta. Es mi mujer, que me acaba de llegar a casa y me pregunta:

-Cariño ¿Qué has hecho de comida?

-Pollo transgénico al chilindrón –le contesto sabiendo que es un plato de su agrado.

Mientras me observo de nuevo ante el espejo. Siempre dudo si debo depilarme el pecho.

Como siempre el asesor científico de Evo Morales, trabaja sin descanso. Sus conclusiones son de agradecer. Hoy me han hecho comenzar el día con una sonrisa. Gracias Evo.

"El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas, por eso los hombres que lo consumen tienen desviaciones en su ser; además, los europeos tienden a sufrir calvicie por esos mismos alimentos", afirmó Evo.