sábado, 5 de junio de 2010

Luna y el gran cúmulo de Hércules.

Cuando la hechicera concluyó los cursillos de electricista por correspondencia, se decidió a poner interruptores a todos aquellos lugares que habitualmente desprendían luz por la noche.

Así que, puso interruptor a la Luna, al “Gran cúmulo de Hércules, a la “Nebulosa del anillo” a los “Anillos de Júpiter” y a otros focos luminosos de mayor y menor importancia, halógenos, fluorescentes y otros.

Éste viernes miré al cielo y pensé que la hechicera, había apagado el interruptor de la luz de la luna. Hacía una noche muy oscura y no había rastro de ella, pero al cabo de unas horas salió engañándonos a todos los que no sabemos de astronomía… recordé que a los niños le enseñan desde pequeños que la Luna es una mentirosa, que no hay que fiarse nunca de ella… pero ese no debía ser el motivo, así que se lo comenté a la electricista encantada para que arreglara sus conexiones.

Y así lo hizo. Ayer la hechicera salió por la noche de “carabina” con una pareja de amigos y estuvo mirando desde una terraza a todas esas luces a las que ha instalado interruptores, las estuvo observando una a una con unas lupas inmensas colocadas sobre su pequeña nariz roja. Supongo que se preguntaba porqué alguna luz que había querido apagar seguía luciendo igual que la noche anterior.

Hoy me he enterado que entre la gente encantada, los interruptores no funcionan como en Iberdrola o en Hidroeléctrica. Entre gente de magia existen los conjuros con polvo de estrellas, secreciones de sapos, rabos de lagartija y esputos de vieja preñada que echándolos en un puchero y poniéndolos a hervir mientras se revuelven con el palo de una escoba hacen verdaderas virguerías… y cuando las luces deben dejar de lucir, ellas por sí solas y gracias a la magia se apagan poco a poco, igual que cuando se encendieron… sin poner intención, ni hacer esfuerzos especiales… por que la magia existe.

7 comentarios:

  1. Hola Máximo.
    Siempre encontré una magia especial en la luna; ahora sé porqué... jeje.

    Saludos.

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  2. O quizás nunca lleguen a apagarse, pues hay luceros que después de encendidos llegan a tener luz propia y ya , ni la tecnología más potente, ni la magia de la hechicera elétricista de nariz roja , ni siquiera magias aún más intensas, pueden extinguir,

    A lo mejor no es cuestión de magia, hay otros fenómenos aún más poderosos que prudemente, no me atrevo a nombrar.

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  3. Y El Lucero del Alba, qué me dices del Lucero del Alba...? Se le ha olvidado a la hechicera que ése no se apaga ni con interruptores encantados...?

    Unos saludos de domingo gris y medio lluvioso (no habrá tenido algo que ver tu hechiceraaprendizdeelectricistaporcorrespondencia???)
    Que salga Lorenzo, que salga Lorenzo!

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  4. Yo de momento he hecho un cursillo para apagar farolas. Se abre una tapita que hay casi en el suelo, y ahí están los fusibles, con unos guantes se coge... no cuento más que no he pagado derechos de autor del ccc y lo mismo me denuncian.
    Sin esfuerzos especiales? Precioso relato. Es bonito mirar al cielo y saber que es el mismo para todos.

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  5. Te debía una visita (disculpa por tardar tanto)
    Así que ya soy seguidora tuya =)
    Saludossssssssss

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  6. yo que siempre he creido en la luna , ahora resulta que es mentirosa, bueno... seguire creyendo en ella,por que lo cierto es que aunque a veces no se vea, ella siempre esta ahi, y con su magia nos volvemos unos perfectos lunaticos

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  7. Ya sabes que me encanta cuando la fantasía nos arranca de la realidad por un ratito, deberíamos perdernos más a menudo en nuestra exaltada imaginación.

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