jueves, 30 de septiembre de 2010

Soluciónemos la falta de vocaciones.

Relato totalmente fantaseado, sin querer ofender a nadie. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Marqué el número de teléfono que había expuesto en la puerta de la parroquia. El teléfono empezaba por un número 906.

Al tercer pitido, el contestador automático me indicó el coste de la llamada y a continuación siguió:

-Ave María purísima –indicó la voz automática.

-Sin pecado concebida –respondí concentrada.

-Si es Usted hombre diga uno si es mujer dos.

-Dos.

-Si es Usted pecadora de pecado veníal diga uno, si es un pecado mortal diga dos.

-Dos –Confesé. Ésta vez mas decidida.

-Diga tipo de pecado –indicó el teleoperador espiritual.

-Actos impuros –contesté resuelta.

-Si ha sido acto impuro de pensamiento, marque el uno. Si su pecado incluye tocamientos unido a pensamientos lujuriosos pulse el dos. Si ha tenido contacto carnal con toques deshonestos con persona de sexo opuesto pulse el tres. Si el acto carnal ha sido con persona del mismo sexo pulse el cuatro.

Tras seguir con arrepentimiento todas las indicaciones del teleoperador espiritual, oí mi penitencia.

-Sus pecados serán perdonados. Para cumplir su penitencia consistente en cuatro rosarios de quince misterios, marque el 906 666 jhs. El coste correspondiente, que será ingresado en la cuenta corriente de su parroquia.

En breves momentos recibirá una llamada telefónica desde el Vaticano, para realizarle el correspondiente test de satisfacción del feligrés -Tras dar estas aclaraciones, la voz metálica y profunda concluyó -Yo te absuelvo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo, podéis colgar en paz…

20 comentarios:

  1. 2,2,3. Jajajajaja. Yo con 10 padres nuestros y 20 avemarías lo soluciono. Muy ocurrente Máximo, me ha gustado mucho. Quedo a la espera de tu absolución y la factura de mi teléfono.

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  2. Agradezco que hayas dado tus claves de pecado, pero te dire que para la absolución tienes que realizar.

    1.-Arrepentimiento
    2.-Propósito de la enmienda
    3.-Decir los pecados al confesor (en este caso teleoperador homologado por autoridad eclesiástica competente).
    4.-Cumplir la penitencia.


    Cada punto es llave del siguiente. Es imprescindible.

    Saludos.

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  3. jajajajaja que bueno Máximo, no tengas ninguna duda de que en no mucho tiempo será así, tu por si las moscas vete registrando la idea ya sabes que luego se la apropian sin más.
    Me ha recordado cuando hace ya la friolera de unos quince años visitamos una iglesia preciosa en un pequeñísimo pueblo de Huesca y en la entrada había un cajero automático para que depositases la limosna por medio de la tarjeta, me quedé impresionada.
    Un beso de Mar

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  4. Uy a ti te van a mandar al limbo, jaja.

    un beso

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  5. Es que la necesidad agudiza el ingenio... a falta de confesores de toda la vida, buenos son contestadores con voz metálica y sonido del Más Allá...!

    A dónde vamos a llegar, Dios mío, a dónde!

    Muy bueno e ingenioso el relato!

    Saludos!

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  6. Muy bueno Maximo.

    Pasaba para dejarte un saludo,

    Lourdes.

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  7. Muy ingenioso, me encantó descubrir tu blog. Te seguiré leyendo.
    Besos

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  8. Mar:

    A mi no me parece mal que hubiera este sistema. No creo que fuera peor que el tradicional.

    Saludos.

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  9. Yo:

    Creo que al limbo no iría. ¿Ese no es un lugar para los no bautizados?

    Yo estoy bautizado (sin autorización previa).

    Saludos.

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  10. Edurne:

    Tampoco me parece un sistema tan extraño, ni ocurrente.

    No es mucho mas ocurrente el argumentario general donde se basa cualquier religión?

    Al fin y al cabo, esto no es mas que aplicación d enuevas tecnologías.

    Saludos.

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  11. Saltar...

    Aquí me encontrarás contando mis historias, manías, revindicaciones y otras neuras.

    Gracias por tu visita.

    Saludos

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  12. Yo prefiero confesarme con una operadora que al fin y al cabo es como confesarte con tigo misma.. que decirle a un señor vestido de negro que es mas pecador qe yo mis miserias... por eso maximo apoyo tu idea,seguro que a la operadora se lo contamos todo...por lo de que como no juzga...solo absuelve . saludos

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  13. Sonia:

    Gracias por tu visita. Tu opinión es importante.

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  14. AR:

    No te fies de los teleconfesores. Si estuviera en mi mano, estaría pensando en publicar todos las aventuras pecaminosas que grabaran mis feligreses. Sería un "bestseller", lleno de pecados y morbo... con nombres de los pecadores y sus colaboradores, con datos, etc... que dejarían pequeña la telebasura.

    Saludos.

    P.D. de todos modos si tu o cualquiera de mis lectoras quereis contar vuestros pecados, saber que... ¡¡¡soy todo oidos!!!

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  15. Muy divertido tu relato Máximo, aunque no estoy yo muy convencida de que el invento del señor Hashimoto solucione el problema de la falta de vocaciones, yo al menos, me negaría a contar mis pecados a una máquina, quizás habría que buscar otras técnicas de marketing, como regalar Ipads o Ipods o portátiles última generación, a cambio de ejercer el sacerdocio un mínimo de un año, no sé......

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  16. jaja y yo también sin mi autorización me echaron agua en mi cabeza, que abusadores!!!

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  17. Nieves:

    Es posible que tu promoción vocacional diera resultado, pero sería menos rentable.

    Gracias por tu idea. La tendré en cuenta para próximas acciones comerciales en el sector espiritual.

    Saludos.

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  18. YO:

    Me acabas de dar la idea de poner otro 906 a mi nombre, para que las personas que quieran apostatar, llamen a este número.

    Con el dinero que sacára, pagaría mi hipoteca inmobiliaria y así mis queridos banqueros no cometerían pecado de usura por mi culpa.

    Cuanta gente apostataría en mi número telefónico?

    Saludos

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