viernes, 30 de diciembre de 2011

Imposible empeorar... o no.

Aquel cabrón de mirlo siempre hacía lo mismo. Aterrizaba en mi jardinera, y con el pico revolvía entre mis pensamientos, destrozándolos, hasta encontrar aquellas nueces que había escondido semanas antes. Pero aquel mirlo odiado, me dio la idea mientras observaba tras el cristal, el estropicio que a diario hacía entere mis plantas.


Con la imagen de aquel pajarraco fui hasta el congelador, abrí la tapa y revolviendo entre la escarcha a medio derretir, encontré los restos de un pan casi blando con otros restos de calamares a medio congelar, olvidados y caducados hacía meses.


Me disponía a celebrar solo el fin de año. Mi resto de familia celebraba la Nochevieja de otra forma. De una manera más formal, tradicional y alegre, en una fiesta de segundas oportunidades.


Desde que vivía solo, no podía hacer frente a todos los gastos que me venían y en consecuencia, hoy último día de semana, último día de mes y de año, también había sido último día de suministro de energía eléctrica.


Todavía quedaba algo de butano en la bombona, así que eché en la sartén un aceite usado de olor a fritanga característico. Rompí la bolsa de calamares y los volqué con cuidado de no salpicarme de aceite hirviendo.


Una vez cocinados, los volqué sobre la barra abierta de pan. Y con mucho cuidado me dispuse a comérmelo rememorando los bocatas de calamares que me comí durante mi época de estudiante en Madrid.


Me acerqué a la ventana y mientras saboreaba mi primer bocado de calamares fritos caducados, le dije al mirlo, esta vez en voz baja para no asustarlo: “Feliz año mirlo cabrón. Éste año que viene será mejor que el pasado, porque ir a peor será imposible… seré tan optimista como tu por las noches, cantaré aunque hiele, llueva, esté nublado o tengamos luna llena. Pareceré feliz ante el prójimo, incluso reventando sus pensamientos."

4 comentarios:

  1. jajaja, no te comas eso o vas a empezar el año con pronóstico indigesto.

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  2. Hay una teoría sobre que cuando se sonríe, aunque no sea de verdad ni con ganas; el cerebro se lo cree y reacciona como si se fuera feliz, con lo que se acaba siéndolo un poco más. No es mal plan por lo que se ve actuar. Feliz año nuevo, un beso.

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  3. Vaya telita con las delicatessens. Espero que a tí no te vaya tan rematadamente mal este año como a tu personaje, te deseo feliz año nuevo. Besos.

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  4. Siempre hay que poner al mal tiempo buena cara, con la positividad siempre se consigue mucho más que siendo negativo.
    Feliz año y que llegue cargado de mejoras para todos.

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