No tenía mirilla en la puerta de su casa, pero cuando nos mudamos y fuimos a vivir a su bloque de vecinos, el cibercotillo se enteró de lo absurdo de mis publicaciones, de la tesis doctoral de mi señora esposa y de donde vivían parte de mis hermanos. El cibercotillo presumía de ser de ser un profesional adaptado a las nuevas tecnologías.
El cibercotillo, no tenía mirilla, pero mi anterior vecina, no miraba por ella.
twitter: @maximocano
Somos gente de recursos, el que busca, encuentra.
ResponderEliminar