lunes, 9 de enero de 2012

El cibercotillo.

No tenía mirilla en la puerta de su casa, pero cuando nos mudamos y fuimos a vivir a su bloque de vecinos, el cibercotillo se enteró de lo absurdo de mis publicaciones, de la tesis doctoral de mi señora esposa y de donde vivían parte de mis hermanos. El cibercotillo presumía de ser de ser un profesional adaptado a las nuevas tecnologías.

El cibercotillo, no tenía mirilla, pero mi anterior vecina, no miraba por ella.

twitter: @maximocano

1 comentario:

Seguidores