sábado, 21 de abril de 2012

Rabia, vergüenza y orejas rojas.

Aquel pórtico románico era bonito y tenía historia dando una entrada que contrastaba con el resto del edificio gótico. Por él pasé cuando entré en el templo. En el exterior el “txirimiri” caía lentamente a ultima hora de la tarde.


Quería verla sin ser visto y oírla sin ser oído, así que cuando empezó el acto entré con la intención de sentarme lo suficientemente cerca para poderla contemplar de nuevo.



La puerta de entrada al templo chirrió al abrirla y crujió al cerrarla con cuidado. Seguí dando pasos avanzando lentamente, despacio, respetuoso, creyéndome discreto. Imaginaba que ella se encontraría en primera fila a uno de los lados. Forzaba mi vista buscándola, hasta que no llegué a mitad del templo no sentí algo extraño en aquel silencio abismal con fondo de música sacra y volviéndome a los silenciosos asistentes observé como me miraban todos con cara de reproche, de indignación contenida... un paso, dos pasos, tres… y mi zapato izquierdo mojado por la lluvia, rechinaba en el suelo gimiendo a cada paso impar que daba, mientras el derecho se mantenía silenciosamente. Un gemido, un silencio sepulcral, otro gemido, otro silencio… sentían como las miradas se clavaban en mi espalda.


Me sentí avergonzado, ridículo, ella me vería y… en un impulso adolescente me di media vuelta y salí apresurado con aceleración constante, mientras mi pinrel izquierdo se encogía dentro del zapato indiscreto… izquierdo chillón derecho silencioso, izquierdo chirriante y diestro silencioso, izquierdo rechinante y otro silencio, cada vez más rápido, cada vez más ridículo, cada vez más vergonzante…


Una vez más me delató mi ingenuidad… Ver si ser visto… Oír sin ser oído… Juro venganza a mi zapato. En el exterior del templo, el “txirimiri” refresca mis orejas enrojecidas por la rabia y la vergüenza.

4 comentarios:

  1. Jajajaja, te veo, te veo. Debes sentirte como un auténtico tonto, maldito zapato y Zapatero (sí, con mayúsculas,aprovecho, aunque nada tenga que ver en tu historia).

    Muy divertida tu historia, Máximo, quién no ha sido alguna vez protagonista de tan humano ridículo?

    No pasa nada, no se dio cuenta de que fueras tú, jeje, un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El personaje del relato se siente ridiculo a mas no poder. La forma de actuar sería similar en todas las personas?

      Saludos.

      Eliminar
  2. jeje, me ha gustado mucho, al final pillado

    besos

    ResponderEliminar

Seguidores