miércoles, 6 de marzo de 2013

Noche de "luna mora"

Núnca pensé que mi Banco fuera mi único refugio, pero lo fué. Al final me trató bien. Debieron hacer caso al dicho de: "Núnca muerdas la mano de quien te da de comer".

Hace un frío de miedo, cielo despejado y "luna mora", la helada que está cayendo es de aúpa. El frío me atraviesa los zapatos, es verdad que ya están bastante gastados, pero todavía contaba con ellos para una tiradita. Me he ido poniendo camisetas y jerseis, así como los pantalones, uno encima de otro. Estoy  vestido por capas, totalmente "encebollado", pero sigo teniendo frío. Si hubiera cenado algo más caliente no hubiera sentido el hielo con esa intensidad tan desagradable desde el interior de mis huesos, ni desde los dedos de los piés.

En ésta entidad es donde tenía mi hipoteca y domiciliaba mis recibos de Telefónica (donde trabajan los "grandes"), de Iberdróla (donde especúlan los "enterados"), de Hacienda (desde donde nos alecciona de forma ejemplarizante el de las parabólicas), del Ayuntamiento... y por eso me he tomado la libertad con mi entidad (a quien he dado mientras he podido) y me he metido en el habitáculo del cajero automático. Como hay calefacción para los clientes, he puesto unos cartones en el suelo y tapándome con mi viejo abrigo he podido dormir mejor que la noche anterior. Incluso soñé... soñé que dormía en mi cama grande, limpia y mullida, sentía junto a mí el  calorcito agradecido y cálido que desprendía mi exmujer.

8 comentarios:

  1. !Qué duro, Máximo...y Qué real! De verdad, me deprime esta situación... vaya mierda!

    Besos,

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    1. Desde hace mas de un año hay un hombre, con buen aspecto, que duerme en un coche aparcado en un aparcamiento público de Vitoria. Una ciudad de la que tanto presumimos ¿Cual será la verdadera historia de su vida?

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  2. Uff Máximo! Está entrada tuya, me ha puesto los pelos de punta y me ha recorrido un extraño frió.
    Está es la cruda realidad que nos rodea porque en este puñetero país algunos se han forrado mucho con el tema del ladrillo y otros debemos pagar la odiosa hipoteca o nos embargan. Y ademas si tienes la mala suerte y te quedas sin trabajo por la crisis apaga y vamonos. A cualquiera de nosotros nos puede pasar, nadie está libre de ello desgraciadamente.

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    1. La realidad es que cada vez se conocen mas dramas humanos. Vemos más necesidades de primer orden, mientras el "ranking" de las grandísimas fortunas españolas aumentan.

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  3. Reflejo de la cruda y pura realidad. Además, como bien dicen en los anteriores comentarios a cualquiera nos puede suceder.
    Siempre me ha atraído investigar sobre las causas que han llevado a los mendigos a esa situación.
    Besos.

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  4. Detrás de cada indigente, hay una historia de novela, adicciones, abandonos, familias rotas, ruinas, soldedad...

    Pero siempre he tenido la curiosidad por el orden de los acontecimientos.

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  5. Una mañana estaba yo paseando por los Jardines de Murillo, aquí en Sevilla, y me senté en un banco junto a un mendigo que estaba todavía durmiendo. Serían sobre las 10 de la mañana, más o menos.
    Cuando despertó empezaron a salir de su saco de dormir varios pequeños gatitos, que habían pasado la noche allí calentitos. Supuse que los gatitos buscaban más bien calor corporal, mientras el mendigo buscaba calor emocional.
    Empecé a hablar con él y me contó cómo había acabado de esta manera: se había peleado con toda su familia y le habían despedido de varios trabajos por pelearse con sus compañeros. En general, su comportamiento para con los demás era bastante agresivo.
    Al final, aprovechó para pedirme que le llevara al día siguiente algún pantalón que ya no me sirviera para él. Pero la verdad es que no volví a verle más.
    ¡Un saludo Máximo!

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    1. Cada indigente lleva a sus espaldas una vida rota. Seguramente hay gran cantidad de gente que ha vivido de una forma mucho mas acomodada.

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