domingo, 8 de diciembre de 2013

El esperpento y la concejal de cultura.

Ocurrió hace no mucho tiempo, en el país de la cutrería, las palabras en diferido y la caspa reinstaurada, pero fue el oculista quien se lo dijo al acudir a la consulta en compañía de su novia. Lo que tiene usted, no es lascivia, sino una simple presbicia... pero el noviazgo continuó hasta finalizar en boda en el ayuntamiento.
El abuelo Facundo, al conocer que su hijo había decidido quitar la dote a su nieta, por evitar que la gente pensara que se trataba de una idemnización, ofreció lo único que tenía, sus dos muelas de oro, para que fundiéndolas hicieran las alianzas. Todo fue esperpéntico, tan "cañí" como la época que nos está tocando volver a vivir.
En el ayuntamiento, la concejal (o concejala) de cultura remató la faena y fue la encargada de celebrar la ceremonia nupcial. Tras breves palabras de tipo legal dijo que "... el amor de ésta pareja la había satisfacido en demasía, ya que su amor era como un manancial de agua fresca en primavera..."

Aconsejo leer: "Ha donde va el Teatro Español",  escrito (tal cual) por la concejal de cultura de uno de los ayuntamientos mas importantes de nuestra España Cañí.                 

4 comentarios:

  1. Me ha "satisfacido" mucho leerte porque tu entrada es como un "manancial" de ganas de reír que me ha "refolgizado" la tarde "dominicana".
    Un beso, bueno... que sean dos, te las has merecido.

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    1. Agradezco mucho tus "refolgizaciones en la tarde dominicana"
      Saludos.

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  2. JAJAJAJ....Mese salen las lágrimas...
    BESOS

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  3. Como siempre Máximo esplendido en todo el sentido amplio de la palabra

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