domingo, 29 de diciembre de 2013

Svetlana y su cálido aliento.

"En los momentos de crisis, sólo la imaginación es mas importante que el conocimiento". (Albert Einstein).

Se llama Svetlana Kozlova. Lo leí hace un par de días en su buzón de correos, por puro cotilla que soy, porque tenía curiosidad en saber como se llamaba aquella rubia de ojos azules y cuerpo de guitarra española, que había alquilado el apartamento de al lado. Esta mañana he coincidido con ella al ir a trabajar y hemos bajado juntos en el ascensor. He intentado pronunciar su nombre y me ha dicho en un español, con acento soviético más que adorable, que la llame Sveta, es mucho más fácil. Hemos salido juntos a la calle y según salíamos del portal me han mirado con envidia contenida mi vecino de enfrente, a quien odio desde hace mucho y no se por qué. Hace un frío que pela y Sveta se ha reído, dice que en su país hace mas frío que aquí y que se sabe trucos para combatirlos, dice que alguno me enseñará. Nos hemos despedido con un cariñoso "salud vecina" y es que ella me parece muy saludable.

Tras una jornada laboral completamente horrible y comprobar como la cartera de pedidos ha bajado tanto o más que mi sueldo, ha venido el jefe y nos ha quitado la calefacción porque dice que ha subido mucho el recibo de la luz. Tras hacer un par de horas extras (sin cobrar por supuesto), he recibido llamada de mi exmujer que me dice que tengo que ir a arreglarle una persiana que no baja. A cada llamada suya pienso que va a decir que me echa de menos,  pero... estoy en crisis total, en la de los cincuenta, en la económica, en la energética, en la de fé... Total que he llegado a casa cabizbajo, destemplado y muerto de frío. Al subir en el ascensor me he acordado de Sveta y he decidido ir a pedirle prestado un poquito de sal. Tras breves intercambios de sonrisas y como no nos entendíamos hablando, hemos pasado al lenguaje gestual. Me ha dicho moviendo sus manos que está viviendo unos momentos intentos de crisis, se le ha unido la crisis del partido con la crisis del camarada y que se encuentra sola. Gesticulando de forma soviética me ha dicho: Pasa a mi apartamento, te descubriré esos pies gélidos que guardas en el interior de esos calcetines repletos de tomates y te los calentaré con mi cálido aliento de vodka. Creo que compartiremos todas las crisis juntos.

6 comentarios:

  1. El compartir las crisis de todo tipo las hace más llevaderas incluso disfrutables.

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    1. Si. Todo lo que sea compartir es bueno y mas en estas fechas de tanta hipocresía.
      Besos.

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  2. Vaya, Máximo...ni tan mal!!!

    Besos,

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    1. Desde luego que no está mal. Aunque yo hubiera preferido sin vozka.
      Bss.

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  3. Vaya! El viejo truco de la sal parece que funciona siempre...yo también estoy en crisis...pero no tengo vecinos tan interesantes como en tu relato. Lástima!!!

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    1. El viejo truco de la sal da muchas facilidades. ¿Tambiene estás en crisis? Compartela !!!
      En mi relato la interesante es ella ¿Te parece que el interesante es él? Dime por qué.
      Besos.

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