Ayer me sentí extraño.

La situación fue extraña, ya que pasé de sentirme invisible a ser el centro de la reunión. Sin embargo, la sensación que tengo hoy, es sensacional. Se palpa el silencio, todo parece serio hasta que llega el responsable de los respónsos. Vestido con sotana color ala de mosca y su megáfono, al estilo sindicalista liberado. Se sitúa ante el vehículo negro que me ha traído y conecta su megafonía enlatada, haciendo flotar sus letanías entre la gélida atmósfera. 

Todo esto no hubiera ocurrido, si no me hubiera dado aquel ataque de risa, entre la tercera y la cuarta uva, pensando en "el señor del plasma", de distinguida barba blanca, cabellera teñida y mirada vidriosa e impestañeable. Sus argumentos sobre el final de la crisis y encima, alardeando de su regeneración y su incorruptibilidad contagiosa, previa colaboración sin igual con la justicia... Pensé en el brazo incorrupto de Santa Teresa, en el "brazo gitano" que acababa de degustar, en los "españolazos" deportistas o no,  que guardan su dinero en otros países, en los contratos diferidos, en eres, en tarjetas, en las "herencias recibidas de gobiernos anteriores" y en aquellos que dicen que los que vengan nuevos lo harán todo peor, porque no tienen experiencia... ¿Pero experiencia de que?...  y no lo pude remediar, a las 00:02  ayer "me morí" de un ataque de risa. 

P.D. Un parado menos en mi casa, justo a los dos minutos de empezar el año. Ya lo decía el experto en esperpéntos... " ¡¡¡ La crisis ha terminado !!! "