sábado, 6 de marzo de 2010

“Preludio número uno de Bach en do mayor”

-¿No se va a comer el señor Justo ese yogurcito que tanto le gusta? –Me preguntó “la auxiliar” con un tono de falsa simpatía, como si hablara con un niño con trastorno mental.

Yo me quede mirándola, sabiendo que mi cara ya inexpresiva por los años, no podía hacerla entender que antes de ser un viejo todos me llamaban don Justo, no como aquella “palurda” me llamaba. Por otro lado ¿Porqué utilizaba ese “tonito” de “marisabionda” conmigo y mis compañeros?

Ella se hacía llamar “Dita” como si fuera muy simpática y dicharachera, pero yo sabía que se llamaba Romualda y a modo de venganza la llamo en voz alta- ¡Señorita Romualda!.

Se creía la Doctora Marie Curie, pero en realidad no era mas que una simple auxiliar de clínica, eso si, la que mejor me cambiaba esos dichosos pañales.

Las cuidadoras me dicen que soy un afortunado, me lo comentan con sonrisa bobalicona, pero en realidad no sonríen por mí, sino que se sorprenden porque soy un superviviente y para mi, no tiene mérito alguno.

He tenido suerte en mis accidentes y en mis componentes genéticos. He sobrevivido a mis amigos, a mis familiares cercanos y a todo quien ha compartido vida conmigo.

…y mientras no venga el señor Alzheimer a buscarme, mis vivencias acuden a mi mente por cada uno de los impulsos que recibo. Si hace una noche estrellada y suave, recuerdo los pinares de Tamadaba, cuando dormía a cielo raso. Con la brisa me vienen imágenes de la playa en compañía entrañable de mi familia.

Ayer oí tocar el piano, era el “Preludio número 1 de Bach en do mayor” y reviví por primera vez, como sentado en un pupitre, observé acariciar las teclas de un piano, descubriendo sensualidad en aquellas notas.

4 comentarios:

  1. Imagino a Don Justo como un vividor y con mucha, mucha mala leche.
    Ya se sabe, mala hierba nunca muere...

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  2. En los 2 primeros párrafos se describe al personaje, con pocas palabras, pero el lector puede hacerse una idea bastante clara de la personalidad del protagonista, señor mayor , de carácter agrio que en su madurez, fue "alguien", con cierta soberbia. Se cree por encima de la auxiliar pese a su avanzada edad, lo que indica que conserva sus facultades mentales intactas.
    En los dos segundos párrafos se describe a la auxiliar, está acostumbrada a tratar con personas mayores con demencias, de ahí su trato a los ancianos como si fueran niños, tono de voz... deformación profesional, al fin y al cabo la mayoría llegamos a las residencias como a la guardería.
    5º párrafo, descubrimos el porqué de la amargura y carácter del anciano; tiene tanta edad que se ha quedado sólo. Además no se siente responsable de ello, no habla de sus cuidados en la vida sino de aspectos ajenos a su voluntad, los motivos de su longevidad son todos involuntarios.
    En el sexto párrafo cuenta que su vida presente sólo se justifica por los estímulos que le llevan a rememorar su vida pasada, más feliz y completa.
    El cierre cambia por completo el estilo y el ritmo del relato. Por fin algo en su vida no es pasado, sino presente. Algo nuevo pasa en su vida que no le lleva a sus recuerdos, si no al futuro.

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  3. Pero la música amansa.. iba a decir alas bestias, no es que Don Justo sea una bestia, aunque un poco de mal genio ya se le asoma por los pensamientos...
    Que le guste Bach, es un punto a su favor!

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  4. Hola Máximo
    que triste ser superviviente de todas las personas que has amado, no me extraña que el pobre don Justo sea un poco antipático, ha tenido la mala suerte de tener unos buenos genes.
    La música resulta un refugio para él en que se reencuentra con su pasado y sus seres queridos en su memoria
    Un saludo de Mar

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