jueves, 14 de julio de 2011

Pánico entre sábanas.

Inocencio se despertó de madrugada con desasosiego. Estiró su pierna derecha y sintió un objeto extraño... y fué en ese instante cuando se llevó un gran sobresalto... su piel se convirtió en pura "piel de gallina" sus pelos como escarpias, su corazón como una bomba de relojería. De nuevo y poco a poco, fué extendiendo su extremidad, el pánico hizo que sus músculos se tensáran y estiró con esfuerzo la punta de los dedos del pié, para reconocer el cuerpo extraño, causante del gran susto... cuando... su pié derecho tropezó con otro pié ajeno y frío, bajo la misma sábana. Aquella sensación le causó pánico, su cuerpo brincó sobre el colchón de látex y encogió instintivamente su pierna, el corazón aceleró su ritmo oyéndo su bombeo sin esfuerzo. Ningún ruído extraño, salvo sus propios latidos, su respiración y los resoplidos plácidos de Concha, su esposa y propietaria del pié ajeno, que dormía plácidamente compartiendo cama con él, como siempre, igual que cada noche tras casi treinta años de matrimonio. Desde hacía años, Inocencio no coincidía con su esposa bajo las sábanas y menos, depués del último decenio, cuando decidieron cambiar su cama del apartamento de soltero, por una cama de matrimonio, de las de verdad, de sábanas XXL, donde casi era imposible coincidir.

8 comentarios:

  1. jajaja, jo qué placer, Yo quiero una cama de ésas. La de gente que metería.

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  2. Joooo! Tan cerca y tan lejos... a veces sucede.
    Divertido escrito pero con mucho sentido diría yo.
    Saludos.
    Astrid

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  3. Yo apuesto por la cama pequeña... Y si hace mucho calor, dos camas pequeñas ;)

    Un Abrazo, Máximo.

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  4. Aina:
    Las camas son para dormir. Para hacer quedadas se inventaron las cafeterías, polideportivos y palacios de congresos.
    Agradezco tu visita.

    Astrid:
    Sentido? no se si lo tiene, como la mayoría de mis relatos.
    Saludos.

    J.Lorente:
    No se si cama pequeña o grande, pero yo he oido hablar muy bien de las redondas.
    Gracias por tu visita.

    Saludos.

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  5. Me he negado siempre a tener camas grandes, si alguien duerme conmigo, que yo me entere. Mal asunto no encontrarse en la cama hasta el punto de olvidarse y asustarse al reencuentro.

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  6. Y tanto"ni la breve"..hay falta chispa.

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  7. Lo que no se entiende es que Inocencio y su esposa aún no hayan firmado los papeles del divorcio y si no se atreven a hacerlo, al menos podian dormir cada uno en su propia cama, asi al menos, no se llevarian sustos, porque, a este paso, cualquier dia le da un soponcio a cualquiera de ellos.

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  8. La monotonía hace estragos a todos. Hasta al mas pasional

    Me gusta tu blog ;)

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