lunes, 14 de noviembre de 2011

Oposiciones, Universidad y Policía

Victoriano estaba orgulloso de su nieto. Por fin, se había decidido a presentarse a las oposiciones de acceso al Cuerpo de Policía. Siguiendo los pasos de su abuelo.


Su nieto había tomado los pasos a seguir de un hombre de bien, de un patriota al servicio del ciudadano. En esta ocasión lo llevaba a la universidad a examinarse. Era uno de los treinta y tantos mil aspirantes que iban a examinarse para unas pocas plazas de Policía Nacional. Su nieto ya había ido bastante a la Ciudad Universitaria, para estudiar Derecho, una de esas carreras que no valen para nada, que no dan de comer y con la que un hombre con un par, no tiene con que llevar el jornal a casa durante sus primeros años de profesión.


Por eso, cuando su nieto le pidió que le llevara a la Ciudad Universitaria a examinarse, no dudó un momento. El también tuvo unos años en que fue a la Universidad, con su abrigo grueso de paño gris, su correaje negro y su gorra de plato… con la cantidad de porrazos que había dado por aquellos lares…

4 comentarios:

  1. Qué disgusto se llevará el abuelo cuando vea que su nieto es uno de los 'aporreados'. Ya no quedan hombres com los de antes. Derecho? Qué mariconada!

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  2. Qué bonito segir las tradiciones familiares, a otros les da por ser médicos, o al sacerdocio...

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  3. Aina: En las universidades ya no se aporrea... ¿o si?

    Ni: a ver si te lo puedo explicar. La tradicion del sacerdocio no se transmite de padres a hijos o nietos.

    Gracias por vuestra visita.

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  4. Pensé que sí, va a ser por eso que no hay en mi familia.

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