lunes, 10 de diciembre de 2012

¡¡¡ Servir hasta morir !!!

El director de la agencia bancaria me había citado en la puerta del banco junto con otros clientes. Había advertido que se trataba de un acto simbólico al que acudiría el Alcalde y otras personalidades del ambito bancario y político. Así que me puse el traje, el de siempre, aquel que compré para la boda, años antes de que comenzara la crísis... ahora con los puños desgastados, brillos y zurcidos, todavía tiene un aspecto digno.
 
Nos recibió el interventor en la puerta de la oficina y en la calle nos dispuso de forma protocolaria, según la deuda. Enseguida montaron la tribuna y después de un pequeño discurso dirigido a hacer el peloteo habitual hacia los políticos, se dirigió a nosotros con micrófono en mano con el más puro acento castrense.
 
"¡Pringados!

¿Juráis a Dios y prometéis a la Banca devolver con pingües intereses y comisiones vuestras deudas, respetar y obedecer siempre a vuestros Directores , apoderados e interventores, no abandonarles nunca, y derramar, si es preciso, en defensa del honor y riqueza de la Banca, hasta la última gota de vuestra sangre?
 
-¡Si, juramos! -respondimos con temor alzando la voz al unísono.
 
.... Si así lo hacéis, nuestros banqueros y sus familias os lo agradecerán y si no, recibiréis su desprecio y su castigo, hasta el final de vuestros días como grandisimos hijos de puta.

.... Por obligación de mi ideológia capitalista y de usurero sin escrúpulos, ruego a Dios, que a cada uno ayude si cumple lo que jura, y si no, se lo demande."


Tras estas palabras, a los pringados nos registraron los bolsillos con intención de realizar nuevos ingresos. Cuando concluyó el acto politicos y bancarios tomaron un vino español con pinchos calientes, en hermandad y camaradería. Los pringados volvímos cabizbajos a casa sin hacer gasto alguno. A los que hicieron un ingreso les regalaron un calendario de bolsillo.

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