"¿Donde está esa persona que tiene la obligación de crear un puesto de trabajo, para que lo ocupe gente como yo, que tengo el derecho a tener un trabajo digno y bien pagado?" -Le comentó Marcelino a su amigo sindicalista liberado.
Para los que hemos leído "Quien se ha comido mi queso", recordarémos la metáfora tierna de aquellos ratones a los que se les acabó el queso. Unos optaron por esperar a que alguien les volviera a poner su queso y el resto de ratones, con dedicación y trabajo se arriesgaron a salir a la busqueda de otro queso que roer.
Pues bien, mi triste experiencia es, que hoy en día los que han sobrevivido, ahora y aquí, son los ratones que esperaron a que les pusieran otro queso. Es inmoral y espero que ésto cambie pronto... porque está demostrado que si arriesgas y te atreves a buscar tu queso, Mariano soltará el gato y se comerá hasta los huesos y el último de tus Euros.
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