jueves, 30 de mayo de 2013

El mirador de don Antonio (Gaudí). Barcelona.


En mi calidad de observadora desde la soledad en compañía de nuestro mirador inigualable, recuerdo las responsabilidades soportadas, sobrepesos increibles, admirables curvas suaves, contenidos calurosos de verano y destemples de invierno, discusiones, diálogos entre jovenes enamorados, viejos amantes, matrimonios cansados,... y a pesar de ser discreta no hago mas que pensar, en el día que las silla hablemos.

3 comentarios:

  1. Si las sillas, las mesas o las paredes hablaran...
    Mas de uno o una saldrán despavoridos de la estancia.

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  2. Lo que podrían contar!! y también quejarse de tanto peso! me gusta la fotografía,
    Besos,

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