miércoles, 5 de junio de 2013

Ayer me persiguieron.

Me dí cuenta en cuanto salí a la calle. Me perseguía a todas partes pisandome los talones. No pude dejar de mirar atrás para observarla de nuevo, hacía tiempo que no la veía y me hizo ilusión. Me siguió durante todo el día, hasta que se metió el sol.

Después de tantos meses sin verla, no se separó de mi. Es lo que tiene Euskadi. Ayer después de tantos meses, salió el sol y me siguió la sombra.

3 comentarios:

  1. Ideal...! No hay paranoia....hay placer. Qué gusto sentirla a tu lado...hacía tanto tiempo!!
    Besos,

    (Cómo nos entendemos....)

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  2. ¡Hola Máximo! Aquí por el sur ocurre todo lo contrario, quien nos persigue normalmente es el Sol y la sombra es nuestra fiel compañera de fatigas.
    ¡Un beso!

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  3. He llegado aquí por causalidad; ese gusto por perderme en callejas desconocidas, donde lo inesperado te asalta y te sorprende. Y volveré, quizá, por la sombra que proyecta la luz de tu perfil. Presiento que tienes muchos menos años que los que marca tu D.N.I., y es un placer encontrar cuerpos sin edad y mentes sin tiempo.
    Un abrazo

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