jueves, 28 de junio de 2012

El matasuegras de Iñaki.

Relato ordinario y cutre no aconsejable para mayores ni menores de 18 años. Cualquier parecido con la realidad es realidad.

Nada más llegar al hotel, Iñaki metió su ropa en el armario y se desnudó antes de entrar al cuarto de baño para darse una ducha. El hotel, minimalista donde los hubiera, rebosaba estrellas, por eso cuando pasó observó como estaba distribuido. Un amplio espejo, bañera biplaza, cabina de ducha acristalada y teléfono para comunicarse con el exterior.

Así que nuestro protagonista de cuerpo orondo, tras cerrar con pestillo la puerta del cuarto de baño, se posó frente al espejo sacando bíceps y con una sonrisa de autocomplaciencia, se metió en la cabina de ducha. La grifería tan minimalista y sofisticada y fue manipulada de forma no conveniente. Una grifería complicada y sin manual de instrucciones, de tal forma que por la alcachofa de aquella ducha de tanto diseño,solo salía agua jodidamente congelada. A Iñaki Gonzáles de Etxeberria, le costó un triunfo cerrar aquel grifo y abrir la puerta de cristal de la cabina y buscando algo para secarse, comprobó que no había nada colgado de aquellos preciosos toalleros, también minimalistas.

Gonzáles de Etxeberría intentó salir del cuarto de baño para intentar secarse con algo, estaba muerto de frío, pero al manipular el pomo de la puerta, cerrada con pestillo y tras constantes pruebas y esfuerzos pudo comprobar que se encontraba encerrado, empapado y helado en aquel cuarto de baño de tanto diseño. El aire acondicionado expulsaba aire gélido a más no poder… Así que a Iñaki, no le quedó mas remedio que pedir ayuda por teléfono. La recepcionista le aseguró que en breve se acudiría en su ayuda, la gobernanta con las toallas y Rober, el responsable de mantenimiento.

Rober era un experto en mantenimiento y control de calidad. Había estado años trabajando en una multinacional fabricante de matasuegras. Desarrollaba los prototipos y los comprobaba personalmente. Ahora la crisis había hecho cambiar el trabajo de la multinacional por el hotel.

Rober, descerrajó con precisión la puerta del cuarto de baño e inmediatamente después entró la gobernanta, que vio el orondo cuerpo desnudo y congelado de Iñaki, que pudorosamente protegía con sus brazos cruzados sobre el pecho. El tamaño habitual de su micropene, había disminuido de forma alarmante a consecuencia del frío. Ella observó lo desproporcionado con el gran volumen de su cuerpo y para salir del apuro y por quitar importancia al suceso, dijo a Rober, -esto habrá que arreglarlo, señalando a la cerradura, cedió la entrada a Rober quien pasó olímpicamente de la puerta centrándose en la imagen ridícula del cliente y aseveró –no se preocupen que esto lo arreglo en un minuto - y agachándose tras Iñaki Gonzáles de Etxebarría se dispuso a soplar por su ano, viendo como el micropene de Etxeberría, al igual que un dedo reversible de un guante de goma, volvía a su estado natural y se desenrollaba al igual que un autentico matasuegras.

16 comentarios:

  1. Jajajajajaja

    Máximo, me has sorprendido gratamente. Qué panzada de reir, desde la primera frase y a carcajadas.

    Gracias por este momento.

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  2. Jajajajaja!

    La verdad que es muy cachondo este relato!
    me imagino la situación desde el principio hasta el final y me troncho, oye!

    Ah, y lo de "pillas", no está escrito con segundas ni terceras, sólo con primeras! La palabrita que me había salido para verificar era esa precisamente: PILLAS, y si pillas te lo decía por la loca del pedal... sin más, caballero!

    Bueno, un saludo!
    ;)

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  3. Y es que como el trabajo por vocación¡¡¡
    jajajajaja.

    Buénisimo¡

    Besos

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  4. Sencillamente ingenioso. Ja, ja, ja.

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  5. Aina:
    Gracias por tus carcajadas. Me hubiera gustado oirlas.
    Saludos.

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  6. Edurne:
    Relato cachondo?... creo que deberías revisar ese diccionario del que me hablas.

    Gracias por tu visita.

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  7. Leni:
    Es cierto. La vocación mueve montañas.

    Me alegro de verte por aquí.
    Saludos.

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  8. Thayah:
    Ingenio?... creo que el ingenio es capacidad de creación para cosas útiles... este blog es una inutilidad integral, a excepción de mi diversión personal... me encanta soi soy capaz de contagiarla.

    Saludos.

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  9. Caramba... parece que no acierto con las palabras!

    ;)

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  10. Historia con tintes surrealistas, me gusta por lo inesperada y atrevida. Me sorprende por ejemplo que cuando le pillan desnudo se tapara cruzando las manos sobre el pecho, dejando a la vista su micropene. ¿Qué ocultaba entonces?

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  11. Ni:
    Las personas orondas, solo se pueden cruzar los brazos frente a su pecho. Además si se tapára cualquier otro órgano vital, no tendria argumento.

    Gracias por tu visita.

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  12. Ja, ja, ja... Qué arte tienes, es que me he imaginado al pobre Iñaki... Menos mal que al chico de mantenimiento se le ocurrió la idea de soplar, imagino que fue para él una tranquilidad comprobar que "sus cosas" seguían en su lugar.
    Muy divertido.
    Hasta la próxima.

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  13. Todo lo que se encoje, decrece o se atrofia, debería tener el mecanismo correspondiente para soplarle el aire que se le va escapando, por una u otra razón.

    Te copio la nueva dirección de mi blog de siempre, que te echo de menos.

    Un abrazo. Sr. buenas ideas Á.

    http://angeles-piensoluegoescribo.blogspot.com/

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  14. Tu capacidad de ingeniova más allá de las palabras Máximo, estupendo el relato, feliz semana.

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  15. jajajajaja, muy bueno, Máximo, mi mente es muy gráfica y me lo imagino todo, jajaja.

    un besazo

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