sábado, 29 de diciembre de 2012

Un millón en mierda para los aduladores.




Don Joaquín era un bilbaíno de negocios que ya conocía la prosperidad a principios de siglo pasado. Su espíritu empresarial le llevó a comprar minas de carbón y creo que alguna fundición,  extendió sus negocios a Madrid, donde vendía la producción de sus minas. Al margen de sus negocios, actuó como representante y administrador del patrimonio del Duque de Osuna y en consecuencia, conoció circulos exclusivos, servidumbres sin reparos... ambientes y amigos o no tanto y aduladores a los que no reconoció como tal y no supo mantener a distancia.

Al bilbaíno le tocó una vejez con repúblicas y guerra civil incluída, durante la cual falleció a avanzada edad y arruniado en los negocios a consecuencia de la situación socioeconómica de la época, viviendo sus últimos años al cuidado de sus hijos. A veces pienso si la situación política se asemejaba en algo a la actual.

Me contó su nieto que una vez le preguntó: "Abuelo, que harías si te tocara la lotería y volvieras a tener dinero" y don Joaquín, muy serio, le contestó: -Me gastaría un millón de pesetas en mierda para los aduladores"

1 comentario:

  1. Creo que hasta que no caes, muchas veces se justifica el comportamiento de los aduladores. Después van desapareciendo.
    Txori

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