lunes, 13 de mayo de 2019

EL MEQUETREFE.

"Le faltaba una papatina para hacer el kilo", no es que utilizara su cabeza únicamente como separador de orejas, sino que todavía no había estrenado su inteligencia. Se creía un líder natural y no lo era. Su falsa y mecánica sonrisa le delataba. Pretendía hacer creer que se rebajaba a hablar contigo rebosando simpatía y falsa modestia, similar a la de un miembro de "La Obra" parodiando a su monseñor, impartiendo afectos fingidos a diestra y siniestra. Nuestros nombres figuraban en su cuaderno azul, en la lista de gente que le importábamos una mierda. Le llamaban el mequetrefe.


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